Los TCE leves también pueden provocar secuelas importantes que dificultan la vuelta a la normalidad del afectado.
No todos los traumatismos craneoencefálicos (TCE) conllevan necesariamente un largo periodo de coma o grandes secuelas físicas.
TRAUMATISMO CRANEOENCEFÁLICO LEVE
Los TCE se clasifican, según su gravedad en traumatismos leves, moderados o graves, en función de la puntuación que alcance el afectado en la escala de coma de Glasgow.
Clasificación:
- Leve para los pacientes que se encuentren entre 15 y 13 en la escala.
- Moderado para los pacientes que se encuentren entre 9 y 12.
- Severo o grave para los pacientes que tengan una clasificación de 8 o menor.
CONMOCIÓN CEREBRAL
La conmoción cerebral es consecuencia de un TCE leve. Viene acompañada de una pérdida de consciencia. Habitualmente no encontramos signos debidos a una lesión cerebral precisa o localizada.
CONTUSIÓN CEREBRAL
Se habla de contusión cerebral cuando se encuentran signos focales, es decir, que se pueden localizar uno o varios sitios precisos donde el cerebro ha sido herido. Los riesgos de epilepsia son más elevados en las situaciones de contusión cerebral que en la conmoción.
SÍNDROME POSTCONMOCIONAL
El síndrome posconmocional hace referencia a la aparición de un grupo heterogéneo de síntomas: somáticos, cognitivos y psicológicos, que pueden aparecer y persistir de forma variable después de un traumatismo craneoencefálico (TCE), en general, de leve intensidad.
En 1916, Pierre Marie denominó como ‘síndrome subjetivo posconmocional’ al conjunto de secuelas tardías de los TCE, cuya sintomatología venía definida fundamentalmente por cefaleas, tristeza, estado vertiginoso y carácter irritable.
El sustrato neurológico del síndrome postconmocional parece ser la lesión axonal difusa producida por los movimientos del cerebro dentro del cráneo durante el golpe. Esta alteración puede ser difícil de evidenciar con pruebas de neuroimagen, incluso con RMN.
Las principales causas de TCE leve (por orden de frecuencia) son: accidentes de tráfico, accidentes laborales, agresiones y lesiones deportivas.
Criterios para el diagnóstico (DSM-IV)
A. Historia de traumatismo craneoencefálico que causó conmoción cerebral
B. Pruebas objetivas que evidencien deterioro de la capacidad para fijar la atención (concentración, cambio en la focalización de la atención, tareas cognitivas simultáneas) o de la memoria (aprendizaje o evocación de la información) a partir de tests neuropsicológicos o técnicas de evaluación cognitiva cuantificada
C. Hay tres, o más, de los siguientes síntomas después del traumatismo
que duran al menos tres meses:
Fatigabilidad fácil
Trastornos del sueño
Dolores de cabeza
Vértigo o mareo
Comportamiento irritable o agresivo con o sin provocación
Ansiedad, depresión o labilidad emocional
Cambios de la personalidad (p. ej., comportamiento social o sexual
inapropiados
Apatía o falta de espontaneidad
SÍNTOMAS
Somáticos
- Cefalea: tensional, migraña, en racimos, neuralgias occipital, supra e infraorbitarias, secundaria a lesión cervical o de la articulación temporomandibular, debida a lesiones locales y mixta
- Disfunción de los pares craneales
- Mareo y vértigo
- Tinnitus
- Pérdida de audición
- Visión borrosa
- Diplopía
- Trastornos en la convergencia
- Intolerancia al ruido y a las luces brillantes
- Disminución del olfato y gusto
- Fatiga
- Náuseas
- Vómitos
Psicológicos
- Irritabilidad e impaciencia
- Inseguridad
- Ansiedad y depresión
- Preocupaciones hipocondríacas
- Despersonalización y desrealización
- Cambios de la personalidad: apatía, agresividad, labilidad emocional, etc.
- Trastornos del sueño (somnolencia en la fase inicial)
- Disminución de la libido
- Anorexia
- Intolerancia al consumo de alcohol
- Cognitivos
- Trastornos de la memoria
- Déficit atencionales
- Aumento del tiempo de reacción
- Disminución de la velocidad de procesar la información
- Incoordinación psicomotriz
El síndrome postconmocional no aparece en todos los traumatismos leves. Aproximadamente, el 50% de los mismos muestran estos síntomas durante los primeros 3 meses, descendiendo el porcentaje al 33% a partir del tercer mes.
No existe un tratamiento específico para este tipo de alteraciones. El tratamiento, farmacológico, físico y psicológico, debe ser individualizado según las quejas del paciente. No obstante, como recomendaciones comunes destaca un buen descanso y evitar excitantes o depresores del SNC (alcohol, café, tabaco, etc.).
La mayoría de los pacientes con TCE leve regresa a su actividad laboral, aunque aproximadamente un tercio no consigue la reinserción laboral. Las alteraciones cognitivas y conductuales se presentan como los principales factores de riesgo de esta discapacidad laboral.