Tomás: Un caso de superación y éxito

Tomás es un paciente de Integra Daño Cerebral

Hoy os presentamos a Tomás, uno de nuestros pacientes. Después de vivir durante varios años en Alicante y Valencia por trabajo, volvió a Murcia en 2019. Es aficionado al deporte y entre sus hobbies siempre han estado la natación, el senderismo y las artes marciales. Pero, en agosto de 2020, sufrió una encefalitis.

En esta entrevista podéis conocerle mejor.

PREGUNTA: ¿Qué daño cerebral sufriste? ¿Cuándo pasó?

RESPUESTA: El 1 de agosto de 2020 sufrí una encefalitis. Me llevaron al hospital y allí entré en coma. Desperté 15 días después y, tras otras dos semanas hospitalizado, volví a casa, ya que estábamos inmersos en plena pandemia COVID y los médicos consideraron que en casa corría menos peligro.

No recuerdo nada de los 15 días que estuve en planta, hospitalizado, tras despertar del coma: No sabía hablar, no veía bien, no podía caminar… Era como un recién nacido.

P: ¿Cuándo comenzaste tu tratamiento en Integra?

R: Comencé en Integra muy rápido, ya que un familiar trabaja en el hospital Virgen de la Arrixaca y nos recomendó acudir al centro. Así, mi familia se puso en contacto con Integra al día siguiente de que saliera del hospital.

Todo lo que cuento es lo que me ha contado mi madre, ya que no recuerdo nada de aquellas semanas. Según mi madre, solo dos días después de recibir el alta en el hospital empecé mi tratamiento en Integra.

Los dos primeros meses fui como privado y, a partir de entonces, la Seguridad Social se hizo cargo. Todos los meses en Integra han sido imprescindibles para ir cada día mejor, pero esos primeros meses fueron los más importantes.

P: ¿En qué consisten los tratamientos que realizas?

R: Al principio iba todos los días, con un tratamiento integral que incluía Terapia Ocupacional, Logopeda y Neuropsicología, así como Fisioterapia.

La paciencia que han tenido conmigo ha sido muy grande. Ahora, intentando recordar, hay momentos que me emocionan y se me ponen los pelos de punta, ya que me quedaron secuelas en el sentido del tacto y recuerdo que solo con el roce en la piel de los pies me daban escalofríos. Pablo, mi terapeuta ocupacional, me ayudó hasta que, poco a poco, mi piel se recuperó del todo. También me enseñaba a recuperar reflejos, cada vez más rápidos, y mil cosas del día a día que me hacían falta.

En cuanto al servicio de Logopedia, Noelia me ha acompañado en todo este proceso, desde el principio hasta el día de hoy. Ha sido un trabajo duro.

Ella me ha visto pasar de no ser capaz de hablar a hablar fatal (escucho ahora audios de aquellas primeras semanas y no me entiendo ni yo) a hablar cada vez mejor. Me ha enseñado de nuevo a hablar, a posicionar bien la lengua… Siempre ha sido una gran logopeda, muy técnica, y ha tenido una gran paciencia conmigo. Tengo que reconocer que, si he mejorado, mucho tiene que ver con ella.

Sobre Ana, mi neuropsicóloga, solo puedo mostrar mi agradecimiento y admiración. Es una profesional impresionante, siempre con buena actitud, siempre con una sonrisa y con una variedad impresionante de actividades preparadas siempre previamente, que me han permitido trabajar todo: memoria, rapidez…

Lo que más me gusta de ella es que en cada ejercicio es exigente pero, al mismo tiempo, se adapta a las necesidades de cada paciente, empatiza y realiza ella misma cada prueba para que el paciente pueda ver con facilidad cómo se hace. Si eres neuropsicóloga, hazme caso: Cuando mandes un ejercicio, demuestra que lo haces mejor que el paciente como hace Ana. Ayuda ver que lo que mandas hacer es conseguible.

Más tarde cambiamos las clases de terapia ocupacional por fisio con Laura. Tras la encefalitis yo caminaba fatal y, cuando subía escaleras, me tenía que sujetar, pero con Laura hemos trabajado todos esos movimientos que, aunque parecen sencillos cuando los haces mal es una pesadilla. Ella me ha corregido, me ha explicado por qué me pasa, me ha vuelto a enseñar cómo hacer cada movimiento y cómo posicionarme.

No es una fisio convencional: sabe muy bien lo que te va a pasar antes de que te pase y te explica todo con paciencia, para que lo entiendas y puedas corregirlo.

P: ¿Cómo ha ayudado Integra a recuperar tu vida?

R: Me han ayudado a tener una segunda oportunidad y que esa segunda oportunidad sea digna. Yo le debo casi todo a Integra: Entré en silla de ruedas, sin vida, como aquel que dice. Diría que volví a nacer, nunca mejor dicho. Porque yo entré como un bebé y he recuperado muchísimo: al principio no podía coger un bolígrafo y escribir dos palabras. En el centro me han enseñado a hablar, a pensar y ser más rápido, tanto de mente como físicamente.

P: ¿Qué le dirías a una persona que acaba de sufrir una encefalitis o cualquier daño cerebral? ¿Recomendarías que confíen en los profesionales de Integra?

R: Yo, sinceramente, les diría: Haced lo que hicieron mis familiares conmigo. Desde el primer día, id a Integra. Los primeros meses son importantes para la recuperación y, además, en el centro te enseñarán, a ti y a los tuyos, cómo actuar en cada momento. No hay que estar en casa esperando hasta que te llamen.

Recomiendo Integra por el gran equipo de personas que son: Desde la recepción, como las auxiliares y profesionales que te acompañan hacen que te sientas integrado con ellos. Con la profesionalidad de todos ellos, y su cercanía y apoyo, sientes que vas a estar bien y vas a mejorar cada día.

P: ¿Cuáles son tus planes de futuro y próximos objetivos?

R: Quiero estudiar un Grado Superior de Técnico Superior en Desarrollo de Aplicaciones Web y estoy también pensando en independizarme.

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